Tras más de 1 mes de uso en todo tipo de recorridos y circunstancias, estas son mis impresiones sobre este coche.
Inevitablemente, haré referencia a algún coche que tuve anteriormente, especialmente al Jeep Renegade DesertHawk Diesel 2.0 de 170 CV de potencia.
IMPRESIÓN GENERAL
El coche es verdaderamente espectacular por su estilo y sus dimensiones, todo en este coche es distinto, original, con ese toque retro pero con la tecnología moderna, que hace todo más fácil y amigable.
La sensación es muy agradable porque todo está bien acoplado, se ve de buena calidad y no tiene ruidos, incluso en campo.
La habitabilidad es buena y la posición de conducción ideal, los asientos delanteros son perfectos, aunque los traseros son un tanto simples, con poca sujeción lumbar y lateral.
Buen maletero
USO EN CARRETERA
La primera impresión de este coche es la falta de potencia, sobre todo en recuperaciones.
Es un tanto perezoso en el cambio automático, de forma que en subidas, si levantas el pie del acelerador y luego le pides recuperar velocidad, el motor no reacciona y al cambio le cuesta engranar una marcha más corta.
Hay que pisar muy a fondo para obtener una mínima respuesta.
En carreteras reviradas de montaña, con curvas de 180º, si le pisas en la salida de curva el motor y el cambio se quedan como dormidos, responden mal y tarda en reaccionar.
La sensación es de coche muy pesado (en realidad lo es) y hay que usar de forma muy intensa el cambio secuencial, para anticipar estas situaciones. El cambio manual secuencial tiene un buen funcionamiento, con el que mejora mucho la conducción.
En comparación con el Renegade de 170 CV, se queda muy atrás, pues éste respondía de maravilla, tanto el motor como el cambio, mucho más ágil.
Y, por supuesto, no llega al comportamiento excelente de un Land Cruiser en carretera.
No se ven por ningún lado los 200 CV de potencia del Wrangler.
Eso sí, una vez lanzado el motor funciona correctamente, aunque con bastante rumorosidad.
Otra sensación que aparece desde el principio es que hay que estar bastante atento a la dirección, porque al tener dos ejes de transmisión rígidos, todas las irregularidades del asfalto se transmiten al chasis y el coche tiende a no llevar una línea recta, como sucede en las suspensiones delanteras independientes (Renegade, Land Cruiser, etc.).
Por otra parte, el volante tiene poco retorno, o sea que hay volver a la posición recta con más ayuda de manos que en otros coches (Renegade, por ejemplo).
Toro esto hace que tengas que estar corrigiendo la dirección de forma más acusada.
Pero debo decir que después de un mes me he acostumbrado y no noto nada, de hecho encuentro agradable la dirección. Pero al principio se extraña un poco.
Como punto positivo, decir que el Wrangler gira mucho, lo que ayuda mucho en las maniobras, no notas nada que llevas un coche muy largo.
El tercer punto que me ha extrañado es el tacto blando del freno. Parece que no frena, tienes que pisar a fondo y olvidarte de las frenadas rápidas de emergencia. Aún no me he acostumbrado y echo de menos un freno con tacto más duro y que funcione desde arriba, sin tener que hundir el pie en el pedal de freno.
Además, el pedal del freno está ubicado muy a la izquierda y resulta poco ergonómico, hasta que te acostumbras.
La aerodinámica de este coche es, simplemente, inexistente. Cuando pasas de 100 km/h el viento en el parabrisas se hace algo molesto y, si hay viento lateral, hay que conducir con cuidado, porque hay que ir corrigiendo la trazada.
Un punto positivo en carretera es que las suspensiones son bastante firmes así como las barras estabilizadoras. Esto produce un buen apoyo en curvas, que minimiza las inclinaciones del coche. Quizás esto es una ventaja específica del SAHARA, diseñado con cierta orientación semiasfáltica, en comparación con el RUBICON.
USO EN CAMPO
La firmeza de suspensión que resulta positiva en asfalto, en campo se vuelve bastante incómoda, el coche reproduce fielmente cualquier bache y, sobre todo el acompañante, tiene que agarrarse bien, porque el traqueteo de izquierda a derecha es notable.
Las rígidas barras estabilizadoras contribuyen a esta dureza en terrenos rápidos y muy bacheados. La opción de desconexión de la barra estabilizadora delantera sería una buena opción para el SAHARA.
En terreno rocoso o trialeras lentas, la firmeza de suspensión se hace menos importante e incluso aporta un plus de confianza.
Aparte del aspecto de comodidad, el Wrangler afronta muy bien los pasos complicados, la reductora es suficiente para casi todas las ocasiones y la altura fija al suelo da mucha confianza.
El control de descensos funciona muy bien y da muchísima seguridad, igual que ocurría con el Renegade.
La ausencia de bloqueos de diferenciales no veo que sea un gran problema, son muy raras las situaciones en las que se hacen necesarios, salvo que te dediques a buscar zonas muy extremas, en las que al final rompes mecánica y te pones en peligro tontamente (sólo hay que echar un vistazo a las burradas que salen con los Wrangler en YouTube)
CONSUMO
Nadie compra un Wrangler pensando en el consumo, aun así mi consumo mixto autopista, carretera y campo es de 9,2 l/100km.
En carretera a 100 km/h el consumo se queda en unos 8,2 l/100km.
Esto con neumáticos A/T, con los de asfalto supongo que bajaría.
El Renegade estaba en un litro menos, o sea que no es tanta la diferencia.
CONCLUSIONES
El Wrangler ha sido, durante tiempo, el coche de mis sueños, sobre todo desde que lo hicieron de 4 puertas.
Me lo he comprado (con 18.000 km) después de haber pasado por varios 4x4 (Grand Cherokee, Nissan Patrol GR, Mercedes ML, Land Cruiser, Subaru, Renegade).
En parte, el Wrangler me ha decepcionado: es un coche perezoso, que anda poco, de dudosa estabilidad, que frena más bien mal y algo incómodo en pistas rápidas bacheadas.
Digamos que es un coche que requiere cierta experiencia y pericia, mucho más difícil de conducir que un Renegade, que es una auténtica delicia en todos los terrenos.
Pese a todo esto, esta máquina tiene algo que engancha, porque creo que es el único 4x4 auténtico que, manteniendo íntegro el espíritu y diseño tradicionales, ha introducido elementos de diseño y tecnológicos plenamente actuales (lo que no tienen ni el Land Rover Defender ni el Mercedes G ni el Nissan Patrol GR, que se ven antiguos).
Dentro del Wrangler te sientes muy bien y cuando te metes en zonas muy complicadas, descubres que pasas por ellas con total confianza y las disfrutas a tope.
No es un coche racional pero me encanta y, ahora mismo, no lo cambiaría por ninguno.
Saludos
Inevitablemente, haré referencia a algún coche que tuve anteriormente, especialmente al Jeep Renegade DesertHawk Diesel 2.0 de 170 CV de potencia.
IMPRESIÓN GENERAL
El coche es verdaderamente espectacular por su estilo y sus dimensiones, todo en este coche es distinto, original, con ese toque retro pero con la tecnología moderna, que hace todo más fácil y amigable.
La sensación es muy agradable porque todo está bien acoplado, se ve de buena calidad y no tiene ruidos, incluso en campo.
La habitabilidad es buena y la posición de conducción ideal, los asientos delanteros son perfectos, aunque los traseros son un tanto simples, con poca sujeción lumbar y lateral.
Buen maletero
USO EN CARRETERA
La primera impresión de este coche es la falta de potencia, sobre todo en recuperaciones.
Es un tanto perezoso en el cambio automático, de forma que en subidas, si levantas el pie del acelerador y luego le pides recuperar velocidad, el motor no reacciona y al cambio le cuesta engranar una marcha más corta.
Hay que pisar muy a fondo para obtener una mínima respuesta.
En carreteras reviradas de montaña, con curvas de 180º, si le pisas en la salida de curva el motor y el cambio se quedan como dormidos, responden mal y tarda en reaccionar.
La sensación es de coche muy pesado (en realidad lo es) y hay que usar de forma muy intensa el cambio secuencial, para anticipar estas situaciones. El cambio manual secuencial tiene un buen funcionamiento, con el que mejora mucho la conducción.
En comparación con el Renegade de 170 CV, se queda muy atrás, pues éste respondía de maravilla, tanto el motor como el cambio, mucho más ágil.
Y, por supuesto, no llega al comportamiento excelente de un Land Cruiser en carretera.
No se ven por ningún lado los 200 CV de potencia del Wrangler.
Eso sí, una vez lanzado el motor funciona correctamente, aunque con bastante rumorosidad.
Otra sensación que aparece desde el principio es que hay que estar bastante atento a la dirección, porque al tener dos ejes de transmisión rígidos, todas las irregularidades del asfalto se transmiten al chasis y el coche tiende a no llevar una línea recta, como sucede en las suspensiones delanteras independientes (Renegade, Land Cruiser, etc.).
Por otra parte, el volante tiene poco retorno, o sea que hay volver a la posición recta con más ayuda de manos que en otros coches (Renegade, por ejemplo).
Toro esto hace que tengas que estar corrigiendo la dirección de forma más acusada.
Pero debo decir que después de un mes me he acostumbrado y no noto nada, de hecho encuentro agradable la dirección. Pero al principio se extraña un poco.
Como punto positivo, decir que el Wrangler gira mucho, lo que ayuda mucho en las maniobras, no notas nada que llevas un coche muy largo.
El tercer punto que me ha extrañado es el tacto blando del freno. Parece que no frena, tienes que pisar a fondo y olvidarte de las frenadas rápidas de emergencia. Aún no me he acostumbrado y echo de menos un freno con tacto más duro y que funcione desde arriba, sin tener que hundir el pie en el pedal de freno.
Además, el pedal del freno está ubicado muy a la izquierda y resulta poco ergonómico, hasta que te acostumbras.
La aerodinámica de este coche es, simplemente, inexistente. Cuando pasas de 100 km/h el viento en el parabrisas se hace algo molesto y, si hay viento lateral, hay que conducir con cuidado, porque hay que ir corrigiendo la trazada.
Un punto positivo en carretera es que las suspensiones son bastante firmes así como las barras estabilizadoras. Esto produce un buen apoyo en curvas, que minimiza las inclinaciones del coche. Quizás esto es una ventaja específica del SAHARA, diseñado con cierta orientación semiasfáltica, en comparación con el RUBICON.
USO EN CAMPO
La firmeza de suspensión que resulta positiva en asfalto, en campo se vuelve bastante incómoda, el coche reproduce fielmente cualquier bache y, sobre todo el acompañante, tiene que agarrarse bien, porque el traqueteo de izquierda a derecha es notable.
Las rígidas barras estabilizadoras contribuyen a esta dureza en terrenos rápidos y muy bacheados. La opción de desconexión de la barra estabilizadora delantera sería una buena opción para el SAHARA.
En terreno rocoso o trialeras lentas, la firmeza de suspensión se hace menos importante e incluso aporta un plus de confianza.
Aparte del aspecto de comodidad, el Wrangler afronta muy bien los pasos complicados, la reductora es suficiente para casi todas las ocasiones y la altura fija al suelo da mucha confianza.
El control de descensos funciona muy bien y da muchísima seguridad, igual que ocurría con el Renegade.
La ausencia de bloqueos de diferenciales no veo que sea un gran problema, son muy raras las situaciones en las que se hacen necesarios, salvo que te dediques a buscar zonas muy extremas, en las que al final rompes mecánica y te pones en peligro tontamente (sólo hay que echar un vistazo a las burradas que salen con los Wrangler en YouTube)
CONSUMO
Nadie compra un Wrangler pensando en el consumo, aun así mi consumo mixto autopista, carretera y campo es de 9,2 l/100km.
En carretera a 100 km/h el consumo se queda en unos 8,2 l/100km.
Esto con neumáticos A/T, con los de asfalto supongo que bajaría.
El Renegade estaba en un litro menos, o sea que no es tanta la diferencia.
CONCLUSIONES
El Wrangler ha sido, durante tiempo, el coche de mis sueños, sobre todo desde que lo hicieron de 4 puertas.
Me lo he comprado (con 18.000 km) después de haber pasado por varios 4x4 (Grand Cherokee, Nissan Patrol GR, Mercedes ML, Land Cruiser, Subaru, Renegade).
En parte, el Wrangler me ha decepcionado: es un coche perezoso, que anda poco, de dudosa estabilidad, que frena más bien mal y algo incómodo en pistas rápidas bacheadas.
Digamos que es un coche que requiere cierta experiencia y pericia, mucho más difícil de conducir que un Renegade, que es una auténtica delicia en todos los terrenos.
Pese a todo esto, esta máquina tiene algo que engancha, porque creo que es el único 4x4 auténtico que, manteniendo íntegro el espíritu y diseño tradicionales, ha introducido elementos de diseño y tecnológicos plenamente actuales (lo que no tienen ni el Land Rover Defender ni el Mercedes G ni el Nissan Patrol GR, que se ven antiguos).
Dentro del Wrangler te sientes muy bien y cuando te metes en zonas muy complicadas, descubres que pasas por ellas con total confianza y las disfrutas a tope.
No es un coche racional pero me encanta y, ahora mismo, no lo cambiaría por ninguno.
Saludos
Última edición: